Consejos para los dueños de caballos en climas fríos
Refugio. Si no tiene establos o su caballo se siente más cómodo en el pasto durante el invierno, asegúrese de proporcionarle un refugio adecuado para que pueda escapar de los elementos cuando lo desee. Un refugio debe ser lo suficientemente grande para que todos los caballos o ponis del campo puedan entrar, de modo que no sea solo el caballo o el grupo dominante el que pueda mantenerse caliente y seco cuando haga mal tiempo. Si no es posible crear un refugio artificial, elija un lugar de pastoreo invernal que tenga un refugio natural, como árboles o setos densos.
Observación. ¡No asuma que su caballo está bien desde la distancia! Revíselo a diario y detenidamente. Revise sus mantas, pies y extremidades y compruebe que se vea feliz y saludable. Coloque su mano dentro de la manta de su caballo para comprobar que no tenga demasiado frío ni demasiado calor. Eche un vistazo alrededor del campo para comprobar que no haya daños en las cercas ni objetos extraños potencialmente peligrosos tirados por ahí.
Forraje. Todos los caballos necesitan forraje suficiente durante los meses fríos, así como un suministro constante de agua fresca (no congelada). Si el pastoreo es bueno, es posible que no sea necesario heno adicional, pero si la calidad del pasto es mala o hay nieve en el suelo, será necesario forraje adicional. Los caballos necesitan cantidades diferentes según su edad, salud y carga de trabajo. ¡No olvide que se gastan calorías para mantenerse caliente!
Mantas. No todos los caballos y ponis necesitan una manta durante el invierno, pero a veces es necesario mantener a un caballo abrigado y seco con mantas impermeables, por ejemplo, para caballos mayores, caballos que sufren quemaduras por lluvia o fiebre del barro y caballos sensibles al frío. Elija una manta para caballos que se ajuste bien y revise al caballo debajo con regularidad.
Corte de pelo. Trate de cortar el pelo solo cuando sea necesario. Reemplace el pelaje cortado con una manta adicional para compensarlo. Use una manta debajo del caballo o una capucha que cubra toda la cara para ayudar al caballo a mantenerse caliente después del corte.